sábado, 20 de abril de 2013

A Perseida

http://listas.diariosur.es/listas/el-mejor-personaje-de-la-cultura-de-malaga-10.html
Quizás la fama atraiga
la envidia de los débiles
conjura de los necios
Nada
Quizás la fama dañe
quizás limpie la acera
mediocres lastimeros 
seudo profetas
o
puede que traiga
aduladores ciegos
falsos trovadores
malsanos poetas 

Pero si un corazón
limpio como el tuyo
se acerca a mi puerta
a escuchar mi verbo
a cantar mis letras

Me doy por pagada
acepto el peligro
de este enemigo
que me circunvala.
Mª Teresa Cobos Urbano.(derechos reservados)

martes, 9 de abril de 2013

Un gran maestro de las letras nos dejó

Aún resuena en mi cabeza las palabras que dibujan tu Sonrisa Etrusca, sigo soñando cada noche con los relatos de tu Vieja Sirena en sus distintas reencarnaciones, juego con sus ejercicios literarios sobre como expresarse siendo un zapato, dos folios enteros, en tu Amante Lesbiano. Pero sobretodo me sobrecoge tu humildad, siendo tan grande. No podría leer tu tratado de economía, aunque seguro que tiene algún recurso literario inédito. 
96 años y lo suficientemente joven para seguir luchando por hacer de este mundo un lugar mejor para los más pobres.
                              GRACIAS JOSÉ LUIS SAMPEDRO

domingo, 7 de abril de 2013

Monólogo Segismundo

¡Ay mísero de mí...!
[Soliloquio: Fragmento de La vida es sueño]
 
Pedro Calderón de la Barca
¡Ay mísero de mí,
 y ay, infelice!  
  Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así
qué delito cometí
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.

Sólo quisiera saber
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
el delito de nacer),
qué más os pude ofender
para castigarme más.
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
qué yo no gocé jamás?

Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma
o ramillete con alas,
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que deja en calma;
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?

Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas
(gracias al docto pincel),
cuando, atrevida y crüel
la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto;
¿y yo, con mejor instinto,
tengo menos libertad?

Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas, bajel de escamas,
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío;
¿y yo, con más albedrío,
tengo menos libertad?

Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas, sierpe de plata,
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad
del campo abierto a su huida;
¿y teniendo yo más vida
tengo menos libertad?

En llegando a esta pasión,
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón,
negar a los hombres sabe
privilegio tan süave,
excepción tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?