viernes, 27 de febrero de 2015

La reina de la noche.

Al fondo del salón lleno de ausencia
recostada en la columna saliente
latente, elegante en su cadencia
la reina de la noche espera silente

Duerme en sus cuerdas tanta melodía
atesora en su mástil tal pasión
aguarda al crepúsculo, fin del día,
cuanto puede contener su diapasón.

Se hace la luz, los focos estridentes
nos avisan que ya llega la hora
barullo, algarabía, todo pendiente,
la multitud inquieta se acomoda,

Sube sin prisa alguna al lado de ella,
la toma por el asta, pulsa el traste
aprieta sus clavijas, coloca la cejilla
nos desgarra el alma de puro arte.

La reina de la noche
¡Ay! La guitarra
el sentir nos amarra.                                           Mª Teresa cobos Urbano (derechos reservados)