martes, 10 de mayo de 2016

Pon flores en mi calle

¡Que llore mayo!
Y a riadas se lleve
el dolor de soslayo.

Pon flores en mi calle, saca macetas
adorna las ventanas con mil colores
a ver si a la “Pelona”de aquí la ahuyentas.

¡Ay! Mi calle tan cortita y estrecha
se quedó muy oscura, con cinco ausencias
en un breve periodo, dos estaciones apenas,
tres puertas clausuradas, dos medio abiertas.

Una anciana muy alta, fue la primera
con su perra de lanas, muy abrigada.
Quedó sola y triste, cómo ladraba
tres días con tres noches, ella lloraba.
Ese anciano en su silla, cambiaba acera
según el sol tornaba, sólo, apenas susurraba
¡Buenos días! si lo cruzabas.
Otro señor de abajo, en mi misma acera,
lo sacaban al sol en silla de ruedas,
nos saludaba alegre, nos sonreía,
aunque todos sabemos que no nos reconocía.
El cuarto era más joven, se fue temprano,
se duchó y no salió solo de su baño.
El quinto es mi vecino, puerta con puerta
nos deja el corazón... herida abierta.

Pon flores en mi calle, saca macetas
adorna las ventanas con mil colores
a ver si a la “Pelona”de aquí la ahuyentas.

¡Que llore mayo!
Y a riadas se lleve
el dolor de soslayo.

María Teresa Cobos Urbano. 10-05-16. Álora.