martes, 1 de mayo de 2012

Mírate a los ojos

Brillaba tanto que su hermana para que la vieran no paraba de comer y engordó muchísimo, pero apesar de su gran tamaño su familia no la miraba siquiera. Un buen día decidió mirarse a un espejo que solo vieran sus ojos, entonces supo que eran los demás los que cegados por el triunfo,olvidaban su propio fracaso. Ese día fue inmensamente feliz, unos ojos, los suyos, apreciaron lo hermosa que era.

1 comentario:

María Teresa Cobos Urbano dijo...

Estas princesas no tienen pelo, pero son hermosas. Queremos que fabriquen muñecas calvas y muñecas gordas, que cada niña se pueda ver reflejada en su muñeca.