La vejez se ha olvidado del olvido
y por eso se arrima a la memoria
la vejez suele ser obligatoria
y sin embargo es tierna como un nido
el corazón afloja su latido
y la sangre da vueltas en su noria
de paso se entretiene con la historia
y el amor no está insomne ni dormido
lo que falta vivir ya no encandila
no importan escaceses ni abundancias
el Dios que vigilaba no vigila
los años van borrando las distancias
y ya que la conciencia está tranquila
la vejez guarda dos o tres infancias.
Mario Benedetti.
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