Préstame una canción que digiera esta tarde.
Aún conservan mis ojos el claro-oscuro tinte de ese otoño
Y...préstame también para sobrevivir la noche
una nueva ilusión, una esperanza vieja
que esta primavera tristemente tardía,
reverdecerá el jardín, que aún conservo en mi pecho.
Luego podrás marchar,con tus deseos por guía,
tus ansias de saber, te cubrirán la espalda
Y ese rayo de sol, escapado al crepúsculo
de la terriblemente oscura noche de Escorpio.
Si en alguna ocasión perdiera el camino
tu corazón nublado, temblorosas tus piernas,
al caminar cegado por tierra cenagosa,
anegara tus ojos una desagradable pena
Piensa un instante en mí, por ese hilo,
de un pensamiento intenso
te haré llegar tu canción, con este dulce sueño...
Te servirá de barca, tocarás puerto.
La barca se hizo al mar
y el marinero no cesa de remar...
Aún conservan mis ojos el claro-oscuro tinte de ese otoño
Y...préstame también para sobrevivir la noche
una nueva ilusión, una esperanza vieja
que esta primavera tristemente tardía,
reverdecerá el jardín, que aún conservo en mi pecho.
Luego podrás marchar,con tus deseos por guía,
tus ansias de saber, te cubrirán la espalda
Y ese rayo de sol, escapado al crepúsculo
de la terriblemente oscura noche de Escorpio.
Si en alguna ocasión perdiera el camino
tu corazón nublado, temblorosas tus piernas,
al caminar cegado por tierra cenagosa,
anegara tus ojos una desagradable pena
Piensa un instante en mí, por ese hilo,
de un pensamiento intenso
te haré llegar tu canción, con este dulce sueño...
Te servirá de barca, tocarás puerto.
La barca se hizo al mar
y el marinero no cesa de remar...
María Teresa Cobos Urbano, Algarinejo 2002
3 comentarios:
y la barca se hizo al mar... y sigue navegando a pesar de los malos vientos.
Hasta aquí ha llegado tu canción, marinera...
Un abrazo
Un abrazo hermana, espero que te guste.
Seguimos navegando e intentando cantar...¡No es fácil!
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