miércoles, 15 de agosto de 2012

Prefiero

Prefiero la risa de los niños jugando
en esta plaza de la Fuente de Arriba
a un ruido ensordecido, bombas extrañas,
rasgando vidas.

Prefiero tranquilos amaneceres,
campos llenos de olivos,
a bandadas de uniformes,
masas grises, tediosas despedidas.

Prefiero alegres naranjales,
limoneros, escolares cantando,
a ojos llorosos, marchitos campos,
hambre y sed de justicia.

Yo prefiero la paz
¿Tu qué prefieres?

María Teresa Cobos Urbano. Álora, Balcón del Ayuntamiento 30-01-2008. Copyright.

domingo, 12 de agosto de 2012

Verdadero Poema

Yo, que nazco de tu mente, de repente
Requiriendo toda tu atención.
Me engendras en lo negro de la noche,
Gritando de dolor.
No le canto a la luna, no soy grillo,
Sin cordura ni lógica, con razón.
No me vendo al dinero, que no quiero,
No persigo al poder, no he de convencer,
Me visto de Ternura, en la locura,
De Esperanza verde, en el amor,
De sangrante Granada en el dolor,
De amarillo limón, si eres mayor,
La hipocresía me viste de ironía,
La soledad no  me llena de Paz,
Me deja indiferente el envidioso,
La ambición del poderoso, me hace chillar,
Soy caprichosa, aunque Hembra no soy,
No soy Varón, aunque alzo mi voz,
Con mi libre albedrío en todos nazco,
Sólo unos pocos, escucharán mi canción.

María Teresa Cobos Urbano, Granada 2003 Todos los derechos reservados. Copyright.



viernes, 10 de agosto de 2012

Amanecer y olvido

Volver atrás sin odios ni mentiras
sin prisa al caminar
esperando que el sol quiera salir a iluminar mi cielo
nada que reprochar
Solo una ausencia grande un desencuentro
una traición quizás
Me juzgaron, juzgué, sin jueces ni testigos,
Me obviaron, los obvié
me perdieron y los perdí
Si nadie pide perdón
¿Por qué se va a perdonar?
Creemos saber quién somos
y donde estamos,
habla el orgullo y no sabemos nada
De momento nos va bien en la vida
Esa herida no se cerrará
Y ahora retornar, como el salmón,
en el mar de su infancia
jugando con las olas, siguiendo la corriente
hasta el final...
Esperando que el sol quiera salir a iluminar mi Mar.
Sin prisa al desandar

viernes, 27 de julio de 2012

Mi Padre

TIPOS DE LA PICARESCA NERJEÑA:

LA CHAVICA

Por blusa una chaqueta del marido,
descolorida, sórdida y astrosa,
y debajo de ella una pringosa
bata de un color indefinido.

Canoso el pelo, en dos crenchas partido
atado atrás con una pingajosa
cinta, tan sucia y tan costrosa,
como la blusa y bata del vestido.

Quebrada la color como aceituna,
un diente cenobítico en la boca,
la aguileña nariz y la barbica,
viéndolas de perfil, parecen una.

Traficó en sus encantos como loca.
Hoy como no los tiene no trafica.
En cambio se dedica
a hacer de quiromántica adivina.
Y a la noble misión de celestina.

EL INDIANO

Ese que ves sentado en esa mesa
de luenga faz y delgadez notoria,
es el protagonista de una historia...
¡No pienses mal!, su honra queda ilesa.

No revistió armadura Milanesa.
Sí caballero fue, logró victorias no,
 de las que hacen hitos en la historia
sino de las que acaban en la artesa.

En busca de horizontes a su vida
a América marchó y su atrevida
platata holló de la Colombia el suelo
.
Allí juró - Testigo el ancho cielo-
Conquistar de la gloria las alturas
o, morir sin ceder en la intentona.

Más ¡ay! él sin consuelo
postrado por malignas calenturas
A Nerja se volvió...¡Con una mona!

José Cobos Ruiz (Salobreña 1915-Nerja 1983) Generación del 50.

domingo, 22 de julio de 2012

Mi tiempo

Mi tiempo, que se enreda y se diluye entre tus lazos, no es tu tiempo.
El inmenso, rudo, eterno, instante del dolor, aquel que ruge, hiere, llaga, rasguña,forma muecas  en la boca, alarido en la garganta, arruga en el corazón, es sólo mio.
El breve, corto, pequeño, momento de luz y risa, distensión, azucar, vana gloria, amor, es de los dos.
Mi tiempo, que se enreda y se diluye entre tus lazos, ya no es mio. El futuro aún no existe.
El pasado acabó.
¡Nunca quieras ser yo!
María Teresa Cobos Urbano.Nerja-julio2012.

sábado, 7 de julio de 2012

Jardín olvidado

 A Mary y Miguel.


Debajo de la broza, verde hojarasca vana,
se esconde seca fuente de piedra construida,
ojos que no la ven, no  aprecian lo que clama,
vieja historia de amor, aún no concluída.


Cuando ella dijo: ¡quiero estar siempre contigo!
buscaron una casa, formaron un hogar.
Tres frutos de su vientre crecieron en su patio
y el jardín allá al fondo, él lo cultivará.

La buganvilla rosa, banderita amarilla,
verde frondosa y grande la costilla de Adán
la fuente como adorno y mensaje a su amada
¡los quereles se riegan!, fructificarán.

Luego vino la noche y lo llenó de ausencias
los frutos se marcharon a buscar su verdad
la vida que te fluye, el rio que te lleva
la fuente que no emana, la parra invadirá...


Debajo de la broza, se esconde seca fuente...


María Teresa Cobos. Nerja 7-7-2012
 
 

sábado, 16 de junio de 2012

El día que tú naciste Enrique

 
 
 
  
 
 
Abenámar y el rey don Juan

  «Abenámar, Abenámar,
moro de la morería,
el día que tú naciste
grandes señales había.
Estaba la mar en calma,                 5
la luna estaba crecida;
moro que en tal signo nace,
no debe decir mentira.»
Allí respondiera el moro,
bien oiréis lo que decía:               10
«No te la diré, señor,
aunque me cueste la vida,
porque soy hijo de un moro
y una cristiana cautiva;
siendo yo niño y muchacho               15
mi madre me lo decía:
que mentira no dijese,
que era grande villanía:
por tanto pregunta, rey,
que la verdad te diría.                 20
«Yo te agradezco, Abenámar,
aquesta tu cortesía.
¿Qué castillos son aquéllos?
¡Altos son y relucían!»
«El Alhambra era, señor,                25
y la otra la mezquita;
los otros los Alijares,
labrados a maravilla.
El moro que los labraba
cien doblas ganaba al día               30
y el día que no los labra
otras tantas se perdía.
El otro es Generalife,
huerta que par no tenía;
el otro Torres Bermejas,                35
castillo de gran valía.»
Allí habló el rey don Juan,
bien oiréis lo que decía:
«Si tú quisieras, Granada,
contigo me casaría;                     40
daréte en arras y dote
a Córdoba y a Sevilla.»
«Casada soy, rey don Juan,
casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene               45
muy grande bien me quería.»

(De: Antología de los mejores poetas castellanos, Rafael Mesa y López. Londres: T. Nelson,


El día que tu naciste, también había grandes señales. El mar en calma, la luna crecida y una larga espera de casi un mes desde el primer aviso.
Intentamos provocarle el parto a tu madre con un ataque de risa, a ver si por fín te decidías, la llevamos a ver " El gran dictador", nos reímos muchísimo, pero nada...¡El niño no nacía!
Tus hermanos estuvieron con los abuelos, pero nos los devolvieron,dos veces.
Por fin, estando en el examen de biología, el profesor Matillas amigo de tus padres me avisó: ¡Cuando llegues a casa tendrás un sobrino nuevo, ayer cambió la luna!
Y fue verdad, encontré a un bebé tranquilo, grande, con los ojos azules y que nunca, nunca, nunca  dijo una mentira.
¡Felicidades Enrique!

lunes, 11 de junio de 2012

Madre Mar

Y dejaré que el mar me acoja entre sus brazos
que me meza y me arrulle con sus olas
que me inunde por dentro, que me llene
que cure mis heridas, que me sane...
Madre Mar, de ti venimos
tu eres nuestro origen, nuestra sangre.
En tí me olvido de tu hermano el aire,
de tu hermana tierra me desprendo
y me vuelvo más ágil, más ligera...
(A Diana, que me dio la idea)