sábado, 30 de marzo de 2013

Siempre Miguel Hernandez

Hoy hace 71 años murió Miguel Hernández, con tan solo 31 años, en la enfermería de la prisión de Alicante. Su condena a muerte durante el franquismo ha llegado a la ONU. Dramaturgo y poeta español que cantó a la vida y a la libertad.







 Nana de la cebolla.
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.


Miguel Hernández, 1939

lunes, 25 de marzo de 2013

Y ahora que entra la primavera...

Un regalo, el cuento que más me gusta de todos los cuentos.
EL AMOR Y LA LOCURA
Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.
Cuando EL ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: ¿Jugamos al escondite?
LA INTRIGA levantó la ceja intrigada, y LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse preguntó: ¿al escondite? ¿Y cómo es eso?
Es un juego - explicó LA LOCURA- , en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden, y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
EL ENTUSIASMO bailó secundado por LA EUFORIA.
LA ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a LA DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar, LA VERDAD prefirió no esconderse ¿para qué? Si al final siempre la hallaban, la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y LA COBARDIA prefirió no arriesgarse...
Uno, dos, tres... comenzó a contar LA LOCURA.
La primera en esconderse fue LA PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La FE subió al cielo y LA ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos ...que si un lago cristalino , ideal para LA BELLEZA, que si la rendija de un árbol, perfecto para LA TIMIDEZ, que si el vuelo de una ráfaga de viento, magnífico para LA LIBERTAD. Así terminó por ocultarse en un rayito de Sol.
EL EGOISMO en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él.LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arcoiris) y LA PASIÓN Y EL DESEO en el centro de los volcanes.
EL OLVIDO... se me olvidó donde se escondió...pero eso no es lo importante.
Cuando LA LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no se había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado...hasta que encontró un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
Un millón, - contó LA LOCURA- y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue LA PEREZA sólo a tres pasos de una piedra.
Después se escuchó a LA FE discutiendo con DIOS en el cielo sobre teología y a LA PASIÓN y EL DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a LA ENVIDIA y claro, pudo deducir donde estaba EL TRIUNFO.
AL EGOISMO no tuvo ni que buscarlo, el sólo salió de su escondite, había resultado ser un nido de avispas.
De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió LA BELLEZA y con la DUDA resultó más fácil todavía pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de que lado esconderse.
Así fue encontrando a todos, EL TALENTO entre la hierba fresca, a LA ANGUSTIA en una oscura cueva, a LA MENTIRA detrás del arcoiris (mentira, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta EL OLVIDO...que ya se le había olvidado que estaban jugando al escondite, pero sólo EL AMOR no aparecía por ningún sitio, LA LOCURA buscó detrás de cada árbol, cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal y las rosas... y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas había herido en los ojos AL AMOR; LA LOCURA no sabía que hacer para disculparse, lloró, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra...

EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA
MARIO BENEDETTI.


sábado, 16 de marzo de 2013

Nada que ver

Hace tres años volví a nacer, en otro lugar, un sítio extraño.
Mi familia cambió, cambiaron mis amigos, cambió mi cuerpo.
Ahora sé mucho más, conozco lo que no quieras conocer, y sé perfectamente dónde están los que están, los que no están no me importa el lugar en que se hallen, tampoco sus nombres, se los tragó la Nada, lo cotidiano, lo simple.
Ahora en mi Lugar, brilla un nuevo sol, mi nueva familia y mis nuevos amigos celebramos con mucho amor, que la primavera verdea de nuevo nuestros balcones, nuestras miradas y nuestras esperanzas.

María Teresa Cobos. Extracto de" Nada que ver"

sábado, 9 de marzo de 2013

8 de marzo Mujeres y Ciencia

Unas notas breves sobre mujeres y ciencia
 Ha habido muchas mujeres científicas a lo largo de la historia. Desde muy antiguo las mujeres han participado en el desarrollo de la ciencia, aunque sus nombres no hayan trascendido tanto como el de los hombres. A continuación aparece una lista de mujeres de las cuales hay documentación sobre las actividades científicas en las que hicieron contribuciones notables en su época:
TapputiBelatekallim (1200 a.C.): Desarrolló técnicas químicas para la producción de perfumes y cosméticos en la antigua Babilonia.
Teano (600 a.C.): Matemática y médico griega, asumió el liderazgo de la escuela pitagórica cuando murió su esposo (Pitágoras).
María la Judía (s. I): Creó utillaje y procedimientos empleados en química (como el baño María).
Hipatia de Alejandría (370‐415): Matemática y astrónoma griega, fue la componente más famosa de la Universidad de Alejandría cuando ésta era el centro intelectual del mundo occidental.
Marie Meurdrac (s. XVII): Publicó en 1666 La chymie charitable et facile en faveur des dames, el primer libro de química escrito por una mujer.
Marie Anne Pierrette Paulze (1758‐1836): Prosiguió los trabajos de Lavoisier (que era su esposo) y se encargó de la publicación de los libros de éste tras su ejecución.
Jane Marcet (1769‐1858): En 1806 publicó Conversations on Chemistry, redactado pensando en las mujeres y que fue ampliamente usado como libro de texto durante 30 años en los Estados Unidos de América y en Gran Bretaña.
Emmy (Amalie) Noether (1882‐1935): Hizo notables contribuciones matemáticas (teoría de grupos, álgebra abstracta...). Estableció la conexión entre las simetrías y las leyes de conservación en física. Sin embargo, los nombres que más suelen trascender son los de aquellas personas que reciben el Premio Nobel. Desde que se instauró este premio sólo lo han recibido quince mujeres –en dieciséis ocasiones en las especialidades científicas (Física, Química y Fisiología o Medicina).
Estas mujeres Premio Nóbel son:
Maria SklodowskaCurie (1867‐1934): Premio Nóbel en Física en 1903, compartido con su
esposo, Pierre Curie, y con Antoine Henri Becquerel, por el descubrimiento de la radioactividad natural. Premio Nóbel en Química en 1911 por la separación del radio. Fue la primera mujer que recibió el Premio Nóbel en Física y es la única persona que ha recibido dos Premios Nóbel en dos áreas científicas diferentes.
Irène JoliotCurie (1897‐1956): Premio Nobel en Química en 1935, compartido con su esposo, Frédéric Joliot, en reconocimiento a sus trabajos para sintetizar nuevos elementos radioactivos. Era hija de Maria Sklodowska Curie y de Pierre Curie.
Gerty Theresa Cori (1896‐1957): Premio Nóbel en Fisiología o Medicina en 1947 por sus trabajos sobre enzimas, compartió este Premio con Carl Ferdinand Cori, que era su marido, y con Alberto Bernardo Houssay. Fue la primera mujer que recibió el Premio Nóbel en Fisiología o Medicina.
Maria GoeppertMayer (1906‐1972): Premio Nóbel en Física en 1963, compartido con Eugene P. Wigner y J. Hans D. Jensen, por sus descubrimientos relacionados con la estructura nuclear en capas.
Dorothy Crowfoot Hodgkin (1910‐1994): Premio Nóbel en Química en 1964 por la explicación dela estructura de la vitamina B12. Fue la primera persona en usar los ordenadores para resolver problemas bioquímicos.
Rosalyn Sussman Yalow (1921‐2011): Premio Nóbel en Fisiología o Medicina en 1977 por ”Ensayos sobre radioinmunodeficiencia, que compartió con Andrew Schally y Roger Guillemin.
Barbara McClintock (1902‐1992): Premio Nóbel en Fisiología o Medicina en 1983 por su descubrimiento de elementos genéticos móviles, de enorme importancia para entender la organización y función de los genes.
Rita LeviMontalcini (1909‐2012): Premio Nóbel en Fisiología o Medicina en 1986 por el descubrimiento del factor de crecimiento de los nervios. Compartió el Premio con Stanley Cohen.
Gertrude Elion (1918‐1999): Premio Nóbel en Fisiología o Medicina en 1988 por el
descubrimiento de importantes principios de tratamientos médicos, que tuvieron como consecuencia el desarrollo de nuevos medicamentos. Fue galardonada junto con George Herbert Hitchings y James Black.
Christiane NüssleinVolhard (1942): Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 1995 por sus trabajos relativos al control genético del desarrollo embrionario temprano. Compartió el premio con Edward B. Lewis y Eric F. Wieschaus.
Linda B. Buck (1947): Premio Nóbel en Fisiología o Medicina en 2004 por sus descubrimientos sobre los receptores aromáticos y la organización del sistema olfativo. Recibió el Premio junto con Richard Axel.
Françoise BarréSinoussi (1947): Premio Nóbel en Fisiología o Medicina en 2008 por su descubrimiento del virus de la inmunodeficiencia humana. Compartió el premio con Harald zur Hausen y Luc Montagnier.
Elizabeth Blackburn (1948) y Carol Greider (1961): Premio Nóbel en Fisiología o Medicina en 2009 por descubrir cómo los cromosomas están protegidos mediante telómeros y la enzima telomerasa. Compartieron el premio con Jack Szostak.
Ada E. Yonath (1939): Premio Nóbel en Química en 2009 por sus estudios sobre la estructura y función de la ribosoma. Compartió el premio con Venkatraman Ramakrishnan y Thomas A. Steitz.
Además, también hubo varias mujeres que participaron activamente en descubrimientos que después fueron galardonados con el Premio Nóbel, pero ellas, por diversos motivos, no lo recibieron. Entre éstas destacan:
Lise Meitner (1878‐1968): Explicó, junto con Otto Hahn, el mecanismo de la fisión nuclear de los núcleos pesados, aunque únicamente Hahn recibió el Premio Nóbel en Química en 1944.
Chien Shiung Wu (1912‐1997): Hizo los experimentos que pusieron de manifiesto la no conservación de la paridad en las interacciones nucleares débiles, lo cual fue explicado
teóricamente por Chen Ning Yang y Tsung Dao Lee, quienes recibieron el Premio Nóbel en Física en 1957.
Rosalind Franklin (1920‐1958): Participó activamente en las investigaciones sobre la estructura del ADN. Murió antes de que el Premio Nóbel en Fisiología o Medicina fuera concedido en 1962
a Francis Crick, James Watson y Maurice Wilkins por la explicación de la constitución del ADN.
Jocelyn Bell Burnell (1943): Mientras era estudiante de doctorado con Anthony Hewish descubrió los púlsares, lo cual sirvió para que su profesor profundizara en su estudio. Anthony Hewish y Martin Ryle compartieron el Premio Nóbel en Física en 1974.
Rafael García Molina (rgm@um.es)(Resumen)

jueves, 7 de marzo de 2013

Mi padre y su tierra

Copla andaluza tú tienes
en cuatro versos de estrellas
entera la sal y el sol
de mi gente y de mi tierra.
Copla andaluza tú eres
sentía en la Malagueña
triste en la Soleá,
amorosa en la Rondeña
en la Media Granaina árabe
lánguida y tierna  
en el Fandango Huervano
riente y dicharachera
por Cádiz y en Chipiona
en Jerez de la Frontera
eres sal de la salina,
eres gracia cortijera
eres quejido del alma religiosa
en la Saeta.

Jose Cobos Ruiz .