domingo, 30 de septiembre de 2012

El puente roto


El viernes 28 de Septiembre de 2012, poco antes de sonar las cuatro campanadas del reloj del Ayuntamiento, me despertó un tremendo ruido, salté de la cama asustada, revisé la casa entera y ví que no era más que el sonido de la lluvia o granizo que caía rebotando sobre el tejado de uralita de la terraza, abrí la ventana y la espesa cortina de agua me tapaba la visión del patio. Me tomé un vaso de leche caliente para intentar dormir, poco a poco el sonido de la lluvia se dulcificaba y pude caer de nuevo en los brazos de Morfeo.
Sobre las 6 de la mañana otro sobresalto por la misma causa, torrentes de agua bajando del cielo, como si este estuviera compuesto de pozos y nos la diera a cubos. En esta ocasión no me levanté, en esta región nos hemos acostumbrado a estos fenómenos de la "gota fría"con diluvio incluido, o total sequía, con veranos repletos de incendios.
Fue sobre las once de la mañana cuando empezó otra tromba de agua sin dejar de llover por completo y un cielo negro, aquí vino el desastre, la gente del campo dicen que por la noche hubo como un huracán, fuertes vientos que derribaron árboles, la proximidad del pantano, 208 litros por metro cuadrado en menos de 12 horas, el desastre. El rio llegó a alcanzar más de 4 metros de altura, cuando nunca lleva más de un palmo y el agua desoló ambas márgenes del Guadalhorce, casas, coches y gente incluidas.
Una vecina se ahogó intentando subir al tejado de su casa, a un desaparecido lo encontraron encima de un árbol, afortunadamente con vida, buscan a más gente.
Hoy las aguas ya han bajado a su antiguo cauce, los militares siguen con su tarea de búsqueda y reparación, tres de los pozos que abastecían el pueblo fueron destruidos completamente como este orgulloso puente de hierro.
Muchas familias han perdido su casa y su cosecha, otras no tenemos agua en nuestros grifos, pero se arreglará, lo que ya no tiene arreglo es la pérdida de nuestra vecina.¡Dios la acoja en su seno!.
Y este puente roto que unía la barriada con la estación del tren tiene mucho que contarnos...

María Teresa Cobos Urbano Texto, fotos de gente de Álora.
 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Almudena Martín Comparto la crónica, mucho ánimo y un abrazo.

Pedro Fernández Tremendo desastre.

Adolfo Ortega Lamentable desgracia. Ánimo a todos

Bibliolibre dijo...

Mi solidaridad y muchas ganas de que las aguas vuelvan a su cauce.
Un abrazo

Espuma dijo...

Bueno, la verdad es que viendo la imágenes en la tele se queda uno espantado, pero lo peor, esta pobre gente. Descansen en paz.
Y todos los que han perdido sus casas y posesiones, espero que reciban ayudas para salir adelante. Revisen esos puentes rotos antes, por Dios.

Un beso Pitufa, me alegra que os encontréis bien. :)

Espuma