Es costumbre en nuestra cultura visitar los cementerios, limpiar y adornar las tumbas con flores, pero sobretodo, recordar a los ausentes.
Una mirada hacia atrás, sin dolor, una reflexión sobre nuestro pasado, acompañando nuestro paseo de una visión multicolor y multiaroma por la cantidad de flores que inundan nuestra vista y embriagan nuestro olfato.
Es agradable en este día acudir a la cita con nuestro pasado, los recordaremos a todos en plenitud y con los mejores recuerdos.
Ellos ya no están pero nuestro pasado sí.
Una mirada hacia atrás, sin dolor, una reflexión sobre nuestro pasado, acompañando nuestro paseo de una visión multicolor y multiaroma por la cantidad de flores que inundan nuestra vista y embriagan nuestro olfato.
Es agradable en este día acudir a la cita con nuestro pasado, los recordaremos a todos en plenitud y con los mejores recuerdos.
Ellos ya no están pero nuestro pasado sí.
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