Azul como el mar
y el cielo será mi canto,
azul para que se diluya en medio de un aleluya
con ese temible encanto.
Azul como mi llanto.
MªTeresaCobos.
domingo, 9 de junio de 2013
Flores celosas.
Se
abrió un día más tarde la vecina de al lado y la de abajo.
Las rosas
asoman envidiosas, mirando de reojo, queriendo indicar que llegaron
antes, por tanto, se sienten más importantes, además poseen aroma, y
estas intrusas no.
Pero estas jóvenes amarillas son tan espectaculares,
que ninguno podemos quitar los ojos de ellas.
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