El
color de otra primavera
Confieso
que me puede el color de otra primavera
girando
la cabeza, entornando los párpados
veo
el gris del desencanto
seis,
siete...No sé cuántos años ¡Muchos ya!
abrupto
desencuentro, doloroso adiós incomprensible
ni
asomo de la causa, desconfianza extrema,
dolor,
desesperanza, ausencia.
Si
cupiera el olvido, pero no...
La
laguna del tiempo no vivido en compaña,
como
en toda una vida, se rellena de aguas cenagosas,
despiden
el putrefacto olor del : “me dicen que dijo o que dije”...
Y
toman el color verde oscuro, marrón barro, de la desconfianza.
Atrás,
mucho más atrás en el tiempo dorado,
la
hierbabuena y el jazmín, de mi patio de Nerja,
el
dulzón empalagoso de la arropía,
el
calor de una mano que evita tu caída,
una
voz que narra los cuentos conque sueñas,
aquellos
que te guían por los vericuetos de la vida adulta,
sembrando
tu recuerdo de útiles refranes.
Arrayán
y almizcle del bosque de mi Alhambra
laberinto
vegetal en el Generalife, bordeando el Darro,
Paseo
de los Tristes, Fuente del Avellano,
Cinco
y uno nunca estarán solos.
Los
protege la risa de la ninfa de la fuente,
el
embrujo del genio de la luna albaicinera.
Sortearán
las piedras que obstruyen el camino,
juntas,
de la mano, unidas.
Si
cupiera el olvido, pero no...
Confieso
que me puede el color de otra primavera.
María
Teresa Cobos Urbano derechos reservados. 23/04/2015
4 comentarios:
Lina Perota de Alora ¡Me ha encantado! Gracias por compartirlo.
Gracias a ti Lina, por leerlo y comentarlo.
Conchy Cobos Es precioso hermana Besicos
Gracias reina.
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