viernes, 15 de julio de 2011

Cine en Álora

Es agradable ir al cine en estas cálidas noches de julio por eso aplaudo la iniciativa del Ayuntamiento de ofrecer cine de actualidad en el teatro Cervantes por el módico precio de un euro. Antesdeayer fuimos a ver la película El turista y aunque no es una comedia, nos reímos muchísimo pues hay una señora, querida en el pueblo por buena gente, pero parece ser que no puede estar callada ni dormida, se pasó todo el tiempo comentando en voz alta el film, así cuando el actor le pregunta a la actriz ¿Me quieres? la vecina contesta:¡Pues claro, no te va querer con lo guapo que eres.!
Así que ya lo saben, cine bueno, barato y comentado con humor para las noches cálidas perotas.

Mis laberintos.

¿Habeis pensado alguna vez cuanta energía se puede perder intentando salir de un laberinto? Ahora, con la poquita energía de que dispongo no puedo meterme en ninguno de ellos, no merece la pena. Los evito. Mis laberintos son aquellas preguntas que no tienen respuestas, aquellas situaciones de las que no puedes salir indemne, aquellas relaciones que exigen un control por falta de confianza, amistades perdidas, familiares desaparecidos de tu entorno próximo, y un largo etc...de que pensarán, que habré dicho o qué habré hecho.
En cambio me interesa mucho lo inmediato, los seres que me rodean, los que conforman mi entorno, los que aunque a miles de km se hacen presentes y aquellos que con su cariño se vuelven imprescinibles.
¡No quiero laberintos! ¡Nunca venceria al Minotauro!.

miércoles, 13 de julio de 2011

Gatitos granjeros

Los cinco gatitos se fueron al campo, ya comen solos, los adoptó una familia granjera y vegetariana que los quieren mucho y los van a cuidar muy bién, allí hay dos perras muy amables, 4 ninfas con su corona de plumas, un montón de gallinas y gallos de distintas razas, pavos, faisanes, patos y hasta hace poco 2 caballos. También hay muchas flores y productos de huerta y arboristería. Ha sido un mal trago separarnos de ellos pero allí van a ser mucho más felices.
La madre Isis los sigue llamando por la casa, los busca y anda triste, sigue comiendo como una lima para amamantar a tanto cachorro. Espero que pase pronto esta pena y vuelva a ser la alegre gata cariñosa e siempre.

domingo, 26 de junio de 2011

Caramba

Primero fue Minuchi, un gato callejero que esporádicamente nos visitaba, de los amores de Minus con la blanca y negra, nació Peludo en la casa de la vecina. Lo adoptamos oficialmente.
Dos años más tarde, cuando la enfermedad ya se había instalado en mi cuerpo, en este maldito 2010 una hija de Peludo, Perla,preñada de él, parió en mi cocina tres gatitos, uno murió antes que lo vieramos y los otros dos Isis y Osiris, los gatos más cariñosos que he visto nunca, me han hecho compañia, me han dado todo el cariño que pudiera recibir y para colmo antes de cumplir un año y ya en la casa nueva, me han dado cinco nietos o biznietos o tataranietos...
Creo que es la mejor medicina que podia encontrar.

martes, 21 de junio de 2011

Padre

En tu amado balcón de Europa de tu querida Nerja, leyendo el periódico, como cada mañana.
¿Cuantas letras habrás leido?¿Existirán tantos números?.Si se pudiera medir el saber, recuerdo que te llamábamos Enciclopedia Espasa.
Ya hace mucho que desapareció ese banco del Paseo, y ese quiosco, y esa quietud de la mañana del domingo antes de misa.
Hace mucho que para verte he de mirar dentro de alguna caja, como ahora, que aparece esta foto que te define, que te revela
.¡Que sola me dejaste padre!¡Tan grande era tu sombra! ¡Es tan enorme tu ausencia!

viernes, 6 de mayo de 2011

Aves del paraiso

¿Son flores o pájaros?. Acaso no parecen que estuvieran a mitad de la evolución de las especies por no atreverse a volar. Aves de otras edades geológicas o flores queriendo soltar sus raices y descubrir otros mundos aéreos vedados.
La naturaleza nos ofrece estas raras bellezas. Hoy he sido bendecida por ella...¡Gracias!

lunes, 11 de abril de 2011

Miguel Hernandez Nanas de la cebolla

NANAS DE LA CEBOLLA
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.

Miguel Hernández, 1939

Uno de mis poetas favoritos,benedetti

A mi famila...

LA VEJEZ
 
La vejez se ha olvidado del olvido
y por eso se arrima a la memoria
la vejez suele ser obligatoria
y sin embargo es tierna como un nido
 
el corazón afloja su latido
y la sangre da vueltas en su noria
de paso se entretiene con la historia
y el amor no está insomne ni dormido
 
lo que falta vivir ya no encandila
no importan escaceses ni abundancias
el Dios que vigilaba no vigila
 
los años van borrando las distancias
y ya que la conciencia está tranquila
la vejez guarda dos o tres infancias.
Mario Benedetti.