jueves, 27 de octubre de 2016

Escándalo en el cementerio.Por Espuma.


Escándalo en el cementerio.

El topo saca la cabeza del agujero y se pega de morros con el tronco de un ciprés. Olisquea la superficie mientras se frota el hocico y trata de distinguir el entorno, pero su monóculo cae. El animal, presuroso, sale del hoyo, se sacude con brío e intenta coger sus lentes, mas, tropieza con los pies de un ángel que le observa furibundo.
Miope, el insectívoro, mira hacia arriba, pero apenas vislumbra una mancha blanquecina e, impávido, coge los lentes y reanuda su camino, bailoteando al son de una melodía imaginaria. En la bóveda celeste, la despabilada luna, indignadísima ante tanto alboroto, abre los ojos.

— ¡Fuera de aquí!

— ¿Quién habla? —pregunta, curioso, el bicho.

— ¡Yo! —vocifera el querube.

El topo se ajusta el monóculo y ante su vista aparece, nítido, el ángel de alabastro, gigantesco y terrible que, descolgado de su mausoleo, aletea ensordecedor.

— ¡Qué te largues! —aúlla.

El animal corre, se estrella contra una lápida y se desploma. Magullado, se levanta de nuevo y emprende el camino hasta perderse en la distancia.

El ángel cierra los ojos con placidez; la luna bosteza somnolienta y los difuntos se acomodan, dispuestos a recuperar la paz.

Mi cuento de Espuma: dedicado a mi querida Techy.

Manifestación familiar. Espuma.

Manifestación familiar
Desde hace un tiempo y, como en el cementerio de este pueblo donde ahora vivo, no tengo difuntos propios, traigo un ramo de flores y lo coloco en la tumba de Isidoro; un solitario del pueblo sin familia y por dicha razón, nadie que engalane su sepultura. Solidariamente, decidí hacerme cargo de este muerto, llegando a sentirme muy ligada a él, hablando de mis cosas ante su sepulcro y rezando por su alma.
Hasta que un día oí un sonido que venía de un panteón cercano al de Isidoro; era una voz que me llamaba, trémula y mortecina. Tuve un sobresalto pero, sintiéndome más curiosa que menguada, me acerqué despacio.
En la lápida, muy deteriorada, ponía un nombre imposible de leer de puro vieja; era de un mármol ceniciento, con un ser alado en la cabecera medio desconchado. Al instante la voz me aseguró que los muertos nunca hablan sino escuchan, pero que hay casos que se salen de madre, luego, dando un suspiro, me preguntó porqué ponía flores a un extraño y no a él, mi ilustre antepasado, y lo que era aún peor, ¡contarle intimidades de familia!
Desde entonces mis flores, pláticas y rezos, son para el hermano del tatarabuelo de mi bisabuelo, don Heliodoro de la Torre Mendizábal, que así se llama. Es indudable, el mundo es un pañuelo y es facilísimo encontrarse con cualquier pariente en los sitios más insospechados.
Mini cuento de Espuma: Dedicado a mi apreciada Techy. Día de difuntos.

sábado, 8 de octubre de 2016

Cambio de hora.

El siguiente cambio  ( al horario de Invierno )  se producirá: El día 30 de octubre de 2016  a las 3:00 de la mañana el reloj se cambiará a las 2:00 de la mañana. El anterior cambio  ( al horario de Verano )  se produjo: El día 27 de marzo de 2016 a las 2:00 de la mañana el reloj se cambió 3:00 de la mañana.
Bueno, dormiremos una hora más, pero la tarde se oscurece pronto. Recordad, como cada año, el domingo 30 de octubre tendrá 25 horas, los que viajen en tren por la noche del sábado al domingo, a las dos paran una hora.
La ventaja, además del ahorro energético que supone durante el periodo primavera y verano, es que el lunes iremos a trabajar con una hora más de sueño, será menos lunes.

miércoles, 5 de octubre de 2016

La escuela pública.

https://www.youtube.com/watch?v=dqTTojTija8&feature=youtu.beAcabo de ver este vídeo y es para reflexionar toda la comunidad educativa. La escuela es lo que menos ha cambiado en los últimos 150 años.
Mis padres y abuelos eran maestros, mi tatarabuela, hasta donde se remonta mi conocimiento de mi genealogía, también lo era, créanme si les digo que hablo con conocimento de causa. Cambian un poco las metodologías, las leyes de educación y la pedagogía, se sabe más de la evolutiva y en general se trata de abrir más la escuela al mundo real con la entrada de las nuevas tecnologías, pero aun distamos mucho de tener una escuela contemporánea. ¿Qué pensais?

jueves, 25 de agosto de 2016

Verano de las Mariposas.

La primavera entró con mal pie, con el izquierdo, mi calle quedó con cuatro ausencias, negra y oscura. Vino la quinta, trayendo más dolor y más negrura por ser más próxima, la más cercana en el espacio y tiempo. Nuestro corazón herido, nuestros ojos rojos y desamparados en tanta soledad, con ese sexto sentido que te abre tanta despedida.
Allí estaba, en la calle Carmona, al lado del semáforo, encima de un coche parado, con su pelusa negra, aún no tenía plumaje, un penacho despeinado inhiesto, pico amarillo, batiendo alas en baldío intento de remontar vuelo, volvió a caer otra vez, ahora al suelo, no puso resistencia cuando lo tomamos en la mano para ponerlo a salvo de los gatos, buscamos un lugar, allí en esa calle no había más que casas, seguro que el nido del que había caído estaba por allí, pero su madre no volvería a por él hasta el atardecer, cuando encontrara alimento.
Lo llevamos a la plaza de la Malagueña, en el lado de los aparcamientos, con el desnivel estaría lejos de los gatos hambrientos. Buscamos el árbol más bonito, uno joven como él, suficientemente frondoso para camuflarlo. Nos agradeció el gesto con su insistente piar, parecía que no quería que nos fuéramos, pues estuvo un rato mirándonos y piando. Volvimos sobre nuestros pasos por acabar nuestro paseo y en el mismo lugar en que cayó el polluelo había una famélica perra negra que nos siguió hasta la casa, le dimos comida y nos reímos un rato por tan anómala solicitud de ayuda animal en tan solo un rato.
Dos días más tarde, siendo viernes trece, una voz desgarrada al teléfono.
¡Vuela Paloma! ¡Vuela alto!
Me quedo con tu risa, criatura. Y rodeo tu retrato de pequeña, con esa trenza larga, negra y postiza, y esos ojos grandes y ávidos de cuentos, de mariposas de colores vivos, ellas traen como tu muchas historias, vidas breves, intensas y con colores.
Es el verano de las mariposas.
María Teresa Cobos Urbano. Álora 25-08-2016.

lunes, 15 de agosto de 2016

Reconocimiento.

La cantaora de Álora Antonia Contreras ha ganado la Lámpara Minera del 56 Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión, la máxima distinción de este concurso, además de imponerse en las categorías de mineras, malagueñas y granaínas.
Contreras se convierte así en la última cantaora de la serie de artistas que entra en el estrellato que otorga en el mundo del flamenco alzarse con la Lámpara Minera, que ha dedicado a sus padres por "recordarme muchas veces que debía presentarme a este concurso" tras doce años sin acudir a ningún certamen.
¡Enhorabuena! Te lo mereces.

sábado, 30 de julio de 2016

¿Jugamos?

¿Jugamos a que es verano?
Julio caliente y valiente
se acaba, tengo palabras y aro
¿Jugamos a hacer pendientes?
¿Jugamos a la pelota?
Yo la encesto, tu la botas.
Septiembre vendrá con nota
es la música que brota.
Juguemos a contar cuentos
con finales muy felices
que no se escuche un lamento
así comemos perdices.
Juguemos con las palabras
y las subimos al coche
mientras vamos a la playa
antes que se haga de noche.
Recitemos las poesías,
yo las tuyas, tu las mías
mientras suena tu guitarra
y así damos la tabarra.
Bailemos rumba, un tango,
sevillanas de alto rango,
fandanguillos, rock del duro,
podemos fumar un puro.
¿Jugamos a que cumples años?
uno, dos y ...veintisiete
yo cuento y cierro los ojos
tu te escondes, corre, vete.
¡Felicidades! 
María Teresa Cobos Urbano.

martes, 10 de mayo de 2016

Pon flores en mi calle

¡Que llore mayo!
Y a riadas se lleve
el dolor de soslayo.

Pon flores en mi calle, saca macetas
adorna las ventanas con mil colores
a ver si a la “Pelona”de aquí la ahuyentas.

¡Ay! Mi calle tan cortita y estrecha
se quedó muy oscura, con cinco ausencias
en un breve periodo, dos estaciones apenas,
tres puertas clausuradas, dos medio abiertas.

Una anciana muy alta, fue la primera
con su perra de lanas, muy abrigada.
Quedó sola y triste, cómo ladraba
tres días con tres noches, ella lloraba.
Ese anciano en su silla, cambiaba acera
según el sol tornaba, sólo, apenas susurraba
¡Buenos días! si lo cruzabas.
Otro señor de abajo, en mi misma acera,
lo sacaban al sol en silla de ruedas,
nos saludaba alegre, nos sonreía,
aunque todos sabemos que no nos reconocía.
El cuarto era más joven, se fue temprano,
se duchó y no salió solo de su baño.
El quinto es mi vecino, puerta con puerta
nos deja el corazón... herida abierta.

Pon flores en mi calle, saca macetas
adorna las ventanas con mil colores
a ver si a la “Pelona”de aquí la ahuyentas.

¡Que llore mayo!
Y a riadas se lleve
el dolor de soslayo.

María Teresa Cobos Urbano. 10-05-16. Álora.