HORIZONTE
Una nube gris pareció
empañar la recta línea
de aquel horizonte incólume
Con la mirada esperanzada
y la ciencia de la mano
no hay miedos ni dudas
aún cuando se sueñen espejismos de borrascas
y se sienta el ardor del líquido sanador
en las venas dilatadas.
Cada gajo de cabello que cae,
es temporal que pasa y es camino
para visualizar esa divisoria
que lleva los pasos al bienestar
Es la fuerza y la voluntad
la que traza la valentía
de atender con paciencia
lo que dicta la ciencia de la sanación.
Y el tratamiento y la mano de Dios,
abren las ventanas y sale cada día el sol
de la salud plena y el horizonte
es guía para ser ejemplo
de los que alguna vez sintieron temor.
Mariela Lugo.
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